Una buena chuleta…

Bien, esta chuleta, para mí es infalible. Como aquí estamos en invierno, siempre llevo una braga al instituto, para cubrirme el cuello. Entonces, ahí recorté unas pequeñas chuletas, y las metí, justo delante de mi boca. Cuando no me supe algo, metí una mano por dentro, disimulando que me picaba el cuello, mientras cogía la chuleta sin que se diesen cuenta.
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